Instrumentos autóctonos de Guatemala

El Ayotl:


Instrumento de percusión rítmica que consiste en una concha o caparazón de tortuga. Es tocado a percusión en su cara convexa.


La Chirimía:



Es un instrumento de viento, posiblemente de origen árabe, construido
con madera y que consiste en una especie de oboe primitivo.


El Chinchín:



Instrumento muy empleado por los aborígenes. También recibe el nombre de Sonaja. Consiste en un calabacín o en el caparazón del fruto del árbol de morro, pintados de negro con nije y medio lleno de granos de cereales o piedrecillas. Está provisto de una varita que lo atraviesa por la mitad y que sirve para sostenerlo, y se toca imprimiéndole un movimiento de vaivén para agitar los granos o piedrecillas que producen el sonido. Se han encontrado sonajeros hechos de barro y madera. Fue conocido por las culturas arcaicas de América.

La Marimba:




Su origen ha sido muy discutido y hasta ahora no se sabe con certeza si es un instrumento de origen africano o bien, si fueron los mayas quienes la crearon. Aún siendo extranjera, los indígenas tendrían el mérito de haberla perfeccionado, introduciéndole ciertas adaptaciones y cambios que la hacen un instrumento original. Tenía tal importancia entre los antiguos indígenas que, el corte de la madera para las teclas lo hacían realizando ceremonias especiales. Originalmente la caja de resonancia estaba construida con calabazas o tecomates de diferentes tamaños. El ejecutante golpea las teclas con baquetas.


El Huehuetl:



Especie de tambor construido con el tronco de un árbol ahuecado, con ranuras en la parte inferior que es la base del instrumento. La parte superior estaba cubierta con una piel, generalmente de tigre, y al igual que el Teponaxtle, estaba exteriormente grabado con figuras y leyendas alusivas a los ritos a que se destinaba, o bien con figuras humanas, zoomorfas o geométricas. Era de variadas dimensiones.

La Ocarina:



Pito o silbato muy conocido por los aborígenes mesoamericanos, no solo como instrumentos de música sino también para ser usados como reclamos en la cacería de aves y pequeños mamíferos. Sus formas y sonidos son muy variados, los hay con figuras humanas y zoomorfas; hay simples, dobles y triples.


El Raspador:



Clase de instrumento dentado, de origen muy antiguo. Originalmente era fabricado con hueso humano, posteriormente con calabaza o bambú, a menudo con forma de falo. Su sonido depende del material con que esté construido y de las ranuras que se le hayan labrado.

El Teponaxtle:


Especie de Tun. Se caracteriza por estar exteriormente grabado con figuras zoomorfas agazapadas.

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